martes, 11 de febrero de 2014

Lanzarote y el tránsito a la contemporaneidad: Agustín Espinosa, Pancho Lasso e Ignacio Aldecoa

Crecí asociando los nombres de Agustín Espinosa y Pancho Lasso a centros educativos de la isla, y no fue hasta el quinto curso de carrera cuando, por fin, y en una asignatura optativa, descubrí que la denominación de esos institutos no había sido arbitraria. Con Ignacio Aldecoa me ocurrió algo similar (el colegio de Caleta de Sebo lleva su nombre), pero, en este caso, tuve que esperar a terminar los estudios y comenzar a trabajar para tropezarme con un artículo y averiguar quién se escondía tras ese nombre y apellido. Así funcionamos como sociedad: somos capaces de recordar los nombres de las celebrities o de mediáticos deportistas, pero ignoramos a aquellas personas que dedicaron su vida a enriquecernos como pueblo.

Agustín Espinosa, Pancho Lasso e Ignacio Aldecoa, dos literatos y un artista plástico, cada uno con su particular visión y estilo, constituyen hitos que marcan el tránsito a la contemporaneidad de la isla de Lanzarote y La Graciosa. Partiendo de esta realidad, un equipo formado por los filólogos José Ramón Betancort Mesa y Zebensui Rodríguez Álvarez, la licenciada en Bellas Artes Vanessa Rodríguez González y yo misma, licenciada en Historia del Arte, comenzamos a trabajar con más ilusión y empeño que recursos, con el único y modesto objetivo de divulgar la obra de estos destacados personajes del patrimonio cultural de Lanzarote. En cada una de las reuniones llevadas a cabo durante los largos meses de trabajo, nuestra fascinación hacia estos creadores iba en aumento. No es sólo su obra: su manera de pensar, de ver la isla, y los mensajes que transmiten, a pesar del tiempo transcurrido, continúan siendo extraordinariamente modernos y de vigente actualidad.

Tras este tiempo de duro, pero apasionante trabajo, surgió la exposición que inaugurábamos el pasado 8 de febrero en la Sala de Exposiciones del Charco de San Ginés (Arrecife), y que lleva por título "Lanzarote y el tránsito a la contemporaneidad". En ella dedicamos un espacio a cada uno de estos autores, ilustrándolos con paneles informativos dotados de un tratamiento y una estrategia de comunicación diferenciada, magníficamente diseñados por Vanessa Rodríguez.
 
Paneles de bienvenida a la exposición Lanzarote
y el tránsito a la contemporaneidad: Pancho Lasso, Agustín
Espinosa e Ignacio Aldecoa. Diseño de Vanessa Rodríguez
 

Agustín Espinosa

Aunque aún no ha sido valorado en su justa medida, este escritor tinerfeño es una de las grandes figuras de las vanguardias literarias españolas. Adscrito al Surrealismo, emprendió una lucha por superar el manido regionalismo imperante e introducir la cultura europea.
 
Durante el año que reside en Lanzarote, en el ejercicio de su cargo como Comisario Regio del recién inaugurado Instituto de Segunda Enseñanza de Arrecife, en 1928, escribe Lancelot 28º-7º. Guía integral de una isla atlántica, con seguridad la primera manifestación vanguardista en tener a Lanzarote como protagonista.
 
Portada de la primera edición de Lancelot

Cansado y aburrido, como decíamos, de la visión regionalista, en su propia declaración de intenciones deja claro su objetivo:
 
Lo que yo he buscado realizar, sobre todo, ha sido esto: un mundo poético; una mitología conductora. Mi intención es el de crear un Lanzarote nuevo. Un Lanzarote inventado por mí. Siguiendo la tradición más ancha de la literatura universal.
 
Así, en esta nueva visión mitológica de Lanzarote, Espinosa recurre al homónimo caballero medieval:
 
Diez barcos de Bretaña trajeron la decoración bretona, el traje caballeresco que Lancelot quiso que vistiera su isla: castillos de puentes volantes y soldados defensores con cuerda para 40 días; dragones cósmicos-hoy Montañas del Fuego-que un fuelle colosal mantenía siempre ardientes.

Está Lancelot 28º-7º repleto de recursos tan originales y transgresores como la unión de palabras antagónicas, la yuxtaposición de imágenes o los juegos analógicos. Según sus propias palabras:
 
Sustituyo lo concreto por lo abstracto. El molde, por el módulo. Lo entero, por lo íntegro. El objeto, por su esquema. El sujeto por la esencia. La isla, por su mapa poético. Culto. Construyo la geografía integral de Lanzarote.
 
Los protagonistas de esta novedosa visión insular son la palmera, el viento, el camello o las salinas de Lanzarote, entre otros, tal y como aparecen representados en los paneles de la exposición.
 
Ilustración del libro Lancelot
 
Paneles dedicados a Agustín Espinosa
 
Pancho Lasso

Francisco Lasso Morales, Pancho Lasso, fue el primer y más importante escultor nacido en Lanzarote. Gracias a una beca concedida por el Cabildo Insular, pudo realizar sus estudios en Madrid, ciudad en la que vivió gran parte de su vida.

Tras una primera fase de formación, en la que realiza obras de corte neocubista, muy inspiradas en la escultura ibérica y egipcia, durante los años de la Segunda República participa activamente en La Escuela de Vallecas, uno de los principales movimientos de vanguardia anteriores a la Guerra Civil. Entre la producción de este periodo destaca, muy especialmente, el Monumento a la Internacional, una de las más singulares, y también desconocidas, esculturas del arte español de preguerra.
 
Monumento a la Internacional, Marina de Arrecife. 
Homenaje a todos los Trabajadores del mundo


Tras el conflicto bélico regresa a Lanzarote, donde permanece algunos años, y su lenguaje deriva hacia un realismo de fuerte raigambre popular, pues lo consideraba más fácilmente asimilable por el pueblo, por y para quien siempre trabajó. En la isla ejerce una notable influencia sobre César Manrique, por entonces un joven con vocación artística. Tras regresar a Madrid, la represión del régimen franquista hacia las vanguardias y la tragedia social de la posguerra le sumen en una profunda tristeza, que le lleva a trabajar como sacador de puntos de un imaginero para subsistir, quedando su producción artística muy mermada, hasta que la recupera, en la década de los sesenta, gracias al arte de la medalla,  género con el que alcanza gran reconocimiento.
 
Fragmento de un artículo escrito por Lasso y publicado
en el periódico lanzaroteño Pronósticos en 1946

A pesar de la diversidad de lenguajes y estilos que desarrolló a lo largo de su carrera, la obra de Pancho Lasso es un ejemplo de coherencia artística e ideológica, basada, esencialmente, en la unión de dos principios fundamentales: su compromiso social y su amor hacia su isla natal, fuente inagotable de inspiración.
 
Visión general del espacio dedicado a Pancho Lasso en la exposición
Lanzarote y el tránsito a la contemporaneidad

Aunque es indiscutible el papel ejercido por Pancho Lasso en el contexto artístico del Lanzarote contemporáneo, lo cierto es que las circunstancias históricas, unidas a su propio carácter, sumamente humilde e introvertido, reacio a la exhibición pública, contribuyeron, en gran medida, al desconocimiento de su obra y su figura.
 
 Ignacio Aldecoa

Nacido en Vitoria en 1925, Aldecoa es considerado como uno de los mejores cuentistas españoles de mediados del siglo XX. Dedicado también al periodismo, en 1957 visita por primera vez Lanzarote y La Graciosa para elaborar sendos reportajes para el diario Arriba, los cuales, junto a otros testimonios literarios sobre el archipiélago, dieron lugar a su libro de viajes Cuadernos de godo.

Años más tarde, en 1961, vuelve a La Graciosa, isla que abandona «camino de Madrid», sintiéndose castigado, y «con el Paraíso a barlovento». Fruto de esta estancia en la pequeña isla será la novela Parte de una historia (1967), obra dotada de un importante reflejo personal y consideraciones íntimas que acercan al autor a la narrativa existencialista mediante el tejido fragmentado de una cotidianidad interrumpida por el naufragio de un velero que, pronto, se convertirá en símbolo de su propio zozobrar en un mundo de fantasmas y sentimientos de difícil aprehensión. 
 
Vitrina dedicada a Ignacio Aldecoa, con un ejemplar
de la primera edición de Parte de una historia
 

Sin que llegaran a rodarse nunca sus guiones para las películas Fuego dormido y Cita en Playa Negra, ambientadas en Lanzarote, fallece Aldecoa en pleno proceso creador en 1969, en Madrid, lejos del mar, «esa mi desazón permanente».

En la exposición se rescatan fragmentos de esta enigmática novela dotados de un marcado tono poético, en ocasiones desgarrador, que quedan acentuados por una selección de fotografías que compite en potencia estética, dando como resultado unos paneles de sobrecogedora belleza. Los autores de estas imágenes son Javier Reyes, Nick y Elza Wagner, y Francisco Rojas Fariñas.
 
Espacio dedicado a Ignacio Aldecoa en la exposición
Lanzarote y el tránsito a la contemporaneidad

Fotografía de Francisco Rojas Fariña ilustrando un fragmento de Parte de una historia.
Diseño de Vanessa Rodríguez
 
El fin último que persigue el grupo de trabajo que ha emprendido este proyecto es contribuir a rescatar del olvido a tres personajes tan relevantes como desconocidos del patrimonio cultural contemporáneo de Lanzarote. Para ello, además de esta exposición, realizaremos visitas guiadas y charlas, y emitiremos el documental de Miguel García Morales titulado Aldecoa. La huida al paraíso.
 
Cartel de la exposición con
el programa de actividades paralelas

La exposición puede visitarse en la Sala municipal de Exposiciones del Charco de San Ginés (c/ Emilio Ley s/n, esquina Charco de San Ginés), de lunes a viernes, en horario de 10 a 13 h y de 17 a 20, y sábados de 10 a 14h.
 
Para conocer todas las actividades, puedes consultar el perfil de la exposición en Facebook:
 
 
NOTA: Los textos dedicados a Agustín Espinosa e Ignacio Aldecoa están tomados de sendos trabajos de investigación, aún sin publicar, realizados por José Ramón Betancort Mesa y Zebensui Rodríguez Álvarez.